Presentación

El interés por el paisaje atraviesa toda la pintura contemporánea y nutre sus distintas variantes: brilla de alegría y espontaneidad con el impresionismo y se deja entrever sutilmente bajo las abstracciones más rigurosas.  Podríamos decir que es el género artístico preferido de la modernidad.

Así es como lo entiende Nuria Balcells, que siempre lo ha cultivado y ha dejado que su obra se enriqueciera por el trato continuo con el paisaje.  Lo hizo al principio, interesada por el naturalismo y por el juego deslumbrante de luces y colores que nos rodea.  Más adelante, cuando se ha orientado hacia otros ámbitos, como la naturaleza muerta o los temas de interior, la visión y la enseñanza que se desprenden del estudio del paisaje le han permitido trascender la simple descripción de los objetos para ofrecer las relaciones mutuas entre ellos en una nueva unidad de materia y luz.

Y cuando ha sentido la necesidad de aligerar físicamente su pintura sustituyendo el grosor expresionista por transparencias casi inmateriales, la incorporación del collage ha sido un nuevo cambio técnico que deviene en manos de Nuria fuertemente pictórico gracias una vez más a su sensibilidad por el paisaje.

La abstracción ha ido adquiriendo peso últimamente en la obra de Balcells, donde convive sin dificultades con la figuración conformando un estilo que busca equilibrar las armonías cromáticas con el interés por presentar temas muy diversos.  Éstos provienen tanto de la observación de la realidad como de las sugerencias del propio material.  Y no es paradójico reivindicar también ahora el paisaje como el alma de todo ello…